De este modo ha titulado, Irene, mi hija, el siguiente texto. Me ha parecido hermoso compartirla, aunque la idea de intercambiar entradas entre nuestros blogs ha sido suya. En fin, una sincera mirada a la discapacidad desde los 9 años (Podéis leerla también en su blog personal, cuyo enlace tenéis aquí en Tierra Próspera: http://misocurrencias9.blogspot.com/)
"Dedicado a todas las personas de AGEDIS
En mi clase hemos hecho una actividad para saber cómo se siente un discapacitado. Mi discapacidad ha sido tener el brazo deformado o roto. Esa discapacidad la eligió mi profesor.Yo me he sentído incómoda y avergonzada. Me he sentido como Lorenzo con su cazo. Esto del "cazo de Lorenzo" es un cuento que explica cómo llevar una dificultad encima de tu cuerpo y a la vista de todos. Mis amigos también tuvieron una dificultad elegida por el maestro y ellos se sintieron peor porque su "cazo" estaba mucho más a la vista que mi cazo. Por una parte me sentí bien, pero por otra, mal y os cuento por qué. Cuando el maestro le puso un cazo a cada niño yo me reí, pero cuando a mi me lo pusieron pasó lo mismo. Entre todos, llegamos a un acuerdo. El acuerdo fue que si uno no se reía de otro, nadie se reía de nadie. A la vez suspiré al saber que ese cazo no era real. Pero muchos niños como los de AGEDIS se sienten mal al saber que ese cazo si es real. Porque estar siempre arrastrando un "cazo" es muy duro para los niños. Bueno, explicado de otra forma, es como si tuviesen su cuerpo o su mente en una caja de cristal".
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