2002

jueves, 24 de octubre de 2013

RAZONES PARA UNA HUELGA


No voy a esta HUELGA por el hecho de que haya sido convocada por La Plataforma por la Escuela Pública en España, formada en representación del alumnado por el Sindicato de Estudiantes y FAEST, en representación de las familias por CEAPA y en representación de los docentes y del personal de los centros educativos por las organizaciones sindicales FE CCOO, STES-Intersindical, FETE UGT, CGT, y los MRPs (Movimientos de Renovación Pedagógica).

No voy a esta HUELGA porque FSIE, sindicato mayoritario en la enseñanza concertada y privada, haya realizado su propia convocatoria por tener razones suficientes y diferenciadas de las que exponen otras organizaciones.

No voy a esta HUELGA porque el sindicato docente ANPE haya instado  al profesorado a participar en la jornada de para tratar de que paralicen aquellas medidas de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que perjudican a la enseñanza pública y se ponga fin a los recortes presupuestarios.

No voy a esta HUELGA por las sangrantes y vergonzosas decisiones de quienes desde el  Gobierno central o autonómico, utilizando como excusa la crisis económica, siguen recortando los recursos económicos y humanos de nuestro sistema educativo, a pesar de que estas políticas de ajustes no están logrando los objetivos de ahorro que dicen perseguir como muestran los datos de déficit y deuda pública.


No voy a esta HUELGA por los recortes que se están llevando a cabo, fruto de reformas retrógradas, insolidarias e injustas como la LOMCE. Ni siquiera por el impacto del Real Decreto de Becas y Ayudas al Estudio o el desmesurado incremento de las matriculas universitarias, como la de mi hija, y que suponen la vuelta a un sistema basado en la selección del alumnado para que el progreso en los estudios esté condicionado al nivel social y a las posibilidades económicas de sus familias, expulsando del sistema a toda aquella persona que no encaja en un perfil prefijado ideológicamente.

 

No voy a esta HUELGA ni siquiera porque nuestros actuales gobernantes se empeñan en ignorar la opinión de la ciudadanía y del profesorado, que asisten indignados a los graves perjuicios que se le están provocando a la educación pública y, en consecuencia, a la cohesión social y a una vertebración más justa de la sociedad.

 

No voy a esta HUELGA por todo lo que es un verdadero ataque al modelo social al que debe aspirar una sociedad democrática que no quiere renunciar a su libertad y sus derechos.

 

Ni siquiera voy a esta huelga porque considere que  una educación de calidad es imprescindible para mejorar la sociedad en la que vivimos y para contribuir en la conquista real y la extensión de los derechos fundamentales sobre las que se asientan todas las sociedades democráticas.

 

No voy a esta HUELGA tampoco porque la LOMCE ignore al profesorado y carezca de criterios científicos y pedagógicos.

 

No voy a esta HUELGA porque se hayan perdido miles de puestos de trabajo docente (más de 22.000 en España, más de 4.000 en Andalucía, mientras que en Francia se han creado unos 60.000 puestos para profesores) y esto, más allá del drama personal de esos compañeros y compañeras, ha empeorado las condiciones de trabajo actuales de quienes hemos quedado en los centros educativos.

 

No voy a esta HUELGA porque haya sido convocada con el atractivo y combativo lema “OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE Y NECESARIA. NO A LOS RECORTES, NO A LAS CONTRARREFORMAS”.

 

Voy a esta HUELGA porque no quiero dejarme ganar por la indiferencia,  ni por la queja permanente contra todo y todos y que nos paraliza. Porque no quiero dejarme vencer ni por la pasividad, ni por el egoísmo de las posturas que apelan interesadamente por la libertad individual y mucho menos, por la desesperanza o el desaliento.

 

Voy a esta HUELGA porque no luché en mi más temprana juventud junto a otros para alcanzar y conformarme con una democracia tan imperfecta y limitada como la que tenemos.

 

Voy a esta HUELGA porque no me vale la excusa de quienes sólo miran a los políticos y sindicalistas que naufragan en su propia mediocridad y se ahogan en las corruptelas de todo signo, porque sé que hay otros muchos, especialmente en el territorio de la política no profesionalizada, a los que les mueve el compromiso y su afán de mejorar y transformar la sociedad.

 

Voy a esta HUELGA porque desprecio a quienes en el noble ejercicio de la política o el sindicalismo mienten, medran y se enriquecen. Y mucho más a quienes dictan leyes que nos empobrecen, que nos llevan al pasado, que nos seleccionan, que mercadean con los derechos ciudadanos, que favorecen a los poderosos… Son gente “pequeña” que ni nos merecemos ni nos merecen. Pero ninguno de ellos me servirá como excusa para no hacer nada.

 

Voy a esta HUELGA porque, aún consciente de los límites de la EDUCACIÓN, pienso que la ESCUELA puede constituir una herramienta útil para trabajar cada día por mis alumnos y alumnas concretas que llegan de estos pueblos concretos con futuros tan inciertos.

 

Voy a esta HUELGA, en fin, para tratar de convencer a quienes todo esto no les convence de que siempre existen RAZONES para vencer nuestras fáciles EXCUSAS.  Todas esas que utiliza el PODER para aplastarnos de mil maneras.

 

Voy a esta HUELGA para defender con mi propia dignidad de educador la dignidad de quienes, en huelga o no, trabajan cada día en la Escuela por un mundo mejor para cada alumno, para cada alumna, y se empeñan por hacer crecer en ellos la sonrisa y la felicidad que otorgan el conocimiento y los afectos. 

 Voy a esta HUELGA porque, como diría mi maestro, Lorenzo Milani, el voto y la huelga, junto con el dominio del lenguaje, serán siempre elementos capaces de transformar pacíficamente esta sociedad injusta.



 


 


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