2002

viernes, 31 de octubre de 2008

CRÓNICA DE AUSENCIAS (II)

"El último lance"

"Aplausos enlatados (I)"

"¡Eh, toro!"


"LAS EMBESTIDAS DEL TIEMPO"

He de confesarlo: yo no entiendo mucho de toros, ni de toreros, ni del toreo. Lo sé, le tengo cierta aversión a sus ritos envueltos en lucha y violencia cruenta de sangre y muerte. Tal vez no pueda ser de otra manera y lo comprendo. He de decir que he presenciado algunas corridas en la Maestranza, a decir verdad, sólo una, y alguna más, en lejanas ferias de Gerena, allá por los ochenta. Poco más. No entiendo, pues, de toros. Pero ello no evita que en alguna ocasión me emocione una buena faena (televisiva, claro) y que sepa apreciar los mil matices de la belleza y plasticidad del oficio. Los he visto, casi tocado, en el campo y puedo asegurar que he paseado entre ellos muy de cerca, parapetado tras los cristales de un todoterreno. Allí, sí que he podido admirar su incontestable belleza natural.

Mis incursiones infantiles por el "museillo" de Joselito Vega, primo de mi madre, me inclinaron a curiosear en la historia del toreo y me atrae especialmente esa época mítica de los primeros toreros. Escribí incluso, en mis últimos años de carrera, para ganar unas perrillas, las únicas biografías de los toreros de Gerena que figuran en la Gran Enciclopediade Andalucía, las de José Antonio y Tomás Campuzano. Pero debo decir sinceramente que nunca me entusiasmaron y si puedo evitarme el espectáculo, reconozco que glorioso, del dolor del animal y, por supuesto, el del torero, mejor.

Viene a cuento esta reflexión por las fotos que os muestro. Es la breve crónica en imágenes de la desaparición de una plaza de toros. Fue en junio de 2006. ¿Alguien la recuerda? Para quienes hemos vivido tantos años y vivimos aún a escasos metros de su ruedo, es algo más que un recuerdo, es, hoy, desde entonces, un triste, sucio y abandonado solar en el que, a veces, suenan los ecos de algunos "¡oooolé!". ¿No los escucháis? Pues hay un ruedo olvidado que está esperando que alguien quiera darse una "vuelta" por él. Quien lo haga, tiene mi ovación más sincera. Me ha contado que sueña con recobrar algún día la vida que tuvo, pero esta vez llena de carreras, juegos y gritos infantiles. Es lo que verdaderamente se merece.



miércoles, 29 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (VIII)


Merece la pena cultivar la amistad

La intensidad con que puede vivirse la aventura de enseñar puede dejarte con frecuencia prácticamente exhausto al final del día. No es, sin embargo, un agotamiento físico, que, a veces, también, sino un cansancio… ¿mental? En especial, cuando te has enfrentado a problemas complejos de convivencia o a largas y arduas reuniones. Sólo cuando ya en casa recuperas la calma, puedes reflexionar sobre el trabajo desarrollado: llamadas telefónicas a Delegación; entrevistas diversas; intercambio de pareceres con el equipo de dirección y con los colegas; innumerables idas y venidas por el centro; subidas a clase, bajadas al despacho; escritos; firmas; certificados; envíos... y, por supuesto, las clases --- ¡Ah!... ¿Pero tú das clases?... me preguntan extrañados con frecuencia algunos---. Una vez terminada la sesión de la mañana, el día ha proseguido sin descanso con un almuerzo de trabajo con las compañeras del grupo de coeducación; dos claustros (uno extraordinario y otro ordinario); reuniones y atención a madres… Pero dándole vueltas a estos asuntos, en mi diario, hoy quiero recoger y atrapar en él, por encima de cualquier otro acontecimiento, la emoción y la sonrisa que irradiaban unos hermosos ojos adolescentes.


En verdad, puedo deciros poca cosa de ella. Hace ahora un mes, vino acompañada de su madre y unos amigos de España. Durante ese tiempo, ha estado con nosotros. Ha sido una más entre los más de quinientos alumnos y alumnas del centro. Perdida, sobre todo al principio, en el maremágnum de nuestra forma de hablar la lengua que ella ha venido a aprender, poco a poco, ha logrado adaptarse a un entorno muy diferente.


Ella, salvando las distancias, me evoca el recuerdo de aquellos andaluces emigrantes que llegaban a Alemania o a Francia en los años 60. Conozco algunas experiencias sobrecogedoras de soledades nacidas de la incomprensión, del desconocimiento del rasgo más humano que tenemos: el habla, esa herramienta primordial para hacernos entender. ¿Cómo comunicarse cuando desconoces el modo como hablan quiénes nos rodean? Vino de Alemania y ahora vuelve tras su breve período de estudios para perfeccionar el español. Ahora, cuando ya de seguro se ha adaptado al pueblo, tiene que regresar.


Hoy, la he visto abrir nerviosamente los regalos que en “su fiesta” le han ofrecido sus compañeros. Porque ella no sólo se lleva en su mochila de vivencias y recuerdos un mes de clases y convivencia en un instituto español. No sólo se lleva un peluche y regalos de su tutora y sus amigas ¿Sabéis lo que se lleva? Se lleva para Alemania, sobre todo, una experiencia inolvidable de camaradería y amistad y de mucho y auténtico cariño. Porque nuestros chicos, nuestras chicas, sobre los que a veces se nos va la mano criticándoles cuantas cosas no nos gustan de ellos, con frecuencia, te sorprenden con una generosidad sin límites, con una capacidad de acogida que los adultos no tenemos. Ojala también los nuestros puedan encontrar la oportunidad de viajar lejos y conocer a fondo otro país, otra lengua, otra cultura, otros corazones. Estoy seguro de que allí donde vayan dejarán muestras de lo mejor que podemos aprender: el ser amigos. Gracias, chavales. Y gracias a Korinna por habernos dado la oportunidad de hacernos todos un poquito mejores. Auf Wiedersehen!

lunes, 27 de octubre de 2008

In memoriam

Es sábado 25 de octubre de 2008. Apenas son algo más de las ocho de la mañana. A miles de metros de altitud, sobre un mar de nubes, el avión está llegando a Barcelona. Por el horizonte, todos los matices del rojo al amarillo nos anuncian la amanecida. Arriba, en lo más alto, nos vigila una diminuta luna menguante. Abajo, lo sé, puedo adivinar la mar, que en unos minutos se dejará besar por un sol sin prisas. Las alas del avión, temblorosas, desafían las leyes de la física. Pienso por un momento en las víctimas del último accidente que tanto nos conmocionó a todos. Sin embargo, no me inquieta. Voy tranquilo, muy tranquilo, diría que confiado. Una de las últimas veces que me trasladé a esta ciudad, pilotaba el avión el comandante Antonio García Luna. Fue su largo y detallado comentario sobre el vuelo y de la travesía recién emprendida lo que llamó mi atención, y, sobre todo, su nombre. El mismo nombre de un viejo maestro y amigo que estuvo por Gerena hace ya más de treinta años. Cuando lo leí en las crónicas del accidente de Barajas, recordé aquel viaje. Un vuelo como este que ahora me conduce a esta hermosa ciudad mediterránea.

Y pienso en las jugadas del destino y, sobre todo, en la fragilidad de nuestras vidas. A miles de metros de altitud, eres una brizna más del aire que envuelve y mima la vida sobre el planeta. Tal vez Antonio, aquel comandante de nombre tan familiar para mí, cuida hoy nuestro peregrinar por las autopistas del cielo. Con frecuencia, nos dejamos llevar en autobús, en tren o en avión. Al volante, siempre, un ser humano, con sus manos y todo su ser, vela por que lleguemos sanos y salvos a nuestro destino. A veces, no puede ser. Hoy,---confiado ya de que mis pies pisan tierra firme---, dejo latir en mi pecho una inmensa gratitud, unas gracias que lanzo a volar hacia el infinito.

viernes, 24 de octubre de 2008

Diario de un profesor (VII)



No podemos olvidarnos del poeta


Hoy hemos salido a hacer algunas observaciones de campo. El objetivo: conocer de primera mano el tipo de afloramiento granítico existente en nuestro pueblo. Un afloramiento, por cierto, singularísimo, casi único en el mundo, al menos en el tipo de formación granítica que puede observarse de manera nítida al sur y al oeste del núcleo urbano (Zona de Periquillos y El Berrocal). En el llamado macizo de Gerena, encontramos lo que en Geología se conoce como un fenómeno de mezcla de magmas de distintas cualidades litológicas por su coloración y dureza. Nos referimos a esas formaciones de grandes manchas oscuras fácilmente distinguibles en la masa clara y argéntea del granito más común y que contribuyó, gracias al duro trabajo de los canteros, al uso ornamental de empedrados en algunas calles, plazas y edificios de nuestra localidad.


Se trataba de una visita rápida con el fin de cerrar el estudio teórico del relieve de España. Como ya he explicado en alguna otra ocasión, no me gusta la exclusividad de la geografía del aula. Siempre que puedo, me lanzo con mis alumnos al ancho mundo de la geografía de los espacios abiertos.


Estos que aquí veis forman el menguado grupo de estudiantes de 2º de bachillerato. Y lo que verdaderamente quiero contar es la anécdota paralela que ha surgido en la visita. En nuestro itinerario, hicimos una primera parada ante el busto de nuestro poeta más genuino: Juan Antonio Ramírez. Si bien es cierto que cuatro de los alumnos no son de Gerena, nadie había oído hablar antes de él. Les he hablado de sus orígenes, de su autodidactismo, de su manera de componer, de su compromiso, de la alta calidad de parte de su poesía social, festiva y galante y… de su amor a Gerena.


Su desconocimiento del poeta me ha suscitado algunas reflexiones: ¿Lo hemos olvidado? Pasó el año Juan Antonio Ramírez. Tiene su glorieta, tan cercana a la casa en la que vivió. Publicamos su antología poética. ¿Pero lo conocen las jóvenes generaciones? Os lanzo un envite a quienes aceptáis los retos hermosos: ¿Por qué no hacemos un material didáctico, incluyendo un itinerario poético por la Gerena que el glosó en sus versos, con el que niños, jóvenes y adultos aprendan a amar esa poesía que nace de las raíces más populares? Constituiría no sólo un atractivo más del interés turístico y cultural que encierra Gerena, sino un homenaje permanente a quienes como él nos han dejado un legado de sensibilidad y compromiso social. Sería el cultivo de su memoria a través de los escenarios que dieron vida a sus versos y cuya vida más sonora sólo pueden recuperar el pulso y el ritmo de los que quieren aprender el dominio sobre la palabra y aprehender con ella el mundo que les rodea. Sigamos la labor. No olvidemos al “poeta obrero”, no silenciemos nunca sus versos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Carta a la autoridad





¡ABRAZOS GRATIS!


Querido “Alvarito”. ¡Uy, perdón!...Señor Concejal. Bueno, apreciado amigo Álvaro:


Te escribo la presente en respuesta a tu entrada “Mejor, cara a cara”, del pasado 20 de octubre, en tu blog, de nombre tan “verniano” (De Julio Verne), “De Gerena al mundo”.

Como seguramente habrás observado, hace ya algunas semanas, decidí eliminar el contador de visitas de mi blog. Pero, vamos a ver, me dije: ¿Tú qué pretendes contar? ¿Curiosos que no dejan rastro o coleccionar huellas de amistad de buscadores amables? Convencido de lo segundo, consideré que era inútil un “contómetro” de hombres y mujeres invisibles. Para eso, prefiero la imaginación. Con ella puedo, si pretendo batir récords, contar millones si quiero. (¿Recuerdas aquella canción de Roberto Carlos sobre el millón de amigos?) Como bien sabes, de cualquier manera todos van a ser siempre bienvenidos a mi portal, ninguna llamada a mi puerta va a ser desatendida. ¿Para qué, pues, contar las visitas como si de un edificio público se tratara?

Debo confesarte que en el ir y venir de este incesante intercambio de ideas, debates, acuerdos y desencuentros, pensamientos compartidos y malentendidos…en el mundo del ciberespacio (¡qué mal suena esto, dios mio!), empiezo a sentir un cierto cansancio. Siento por momentos crecer la ausencia de una defensa apasionada de las convicciones más profundas, el manotear en una reunión acalorada y alegremente ruidosa, el calor de un apretón de manos, la acogida afectuosa de un abrazo amigo… Empiezo a sentir que cuanto más me abro al anchuroso mundo de la red, más profunda es la necesidad de dar un salto cualitativo en nuestras conversaciones. Siento, además, que muchos también lo sentís conmigo.

He decidido escribirte, como autoridad pública que eres, para hacer llegar a tu consideración, y para que así la transmitas al conjunto del gobierno local, una propuesta, bien sé que un tanto atrevida, pero…tan hermooooosa (que diría la cada vez más extensa colonia argentina de Gerena) que merecería la pena llevar a cabo.

¿Conoces la iniciativa “Abrazos gratis”? Periódicamente, en la bulliciosa esquina céntrica de una gran ciudad, “abrazadores profesionales”, es decir, voluntarios, es decir, auténticos enamorados de la capacidad de dar que anida en el ser humano, se entregan a la ingente tarea de producir abrazos para dar y regalar, sin envolver siquiera, a cuantos por allí pasan: A gente menuda y grande, a ancianos y niños, a mujeres y hombres, a casados y solteros, a enamorados y solitarios…¿Quién no necesita un abrazo? ¿Quién puede rechazar tal regalo?

¡Cuánto me gustaría que consideraras esta idea! Puedes documentarte viendo vídeos como estos

http://es.youtube.com/watch?v=i1xnVDiV9xE; http://es.youtube.com/watch?v=zESzA_Cpg5E

¿Te imaginas en la cantina, una mañana de domingo, todo el mundo convertido en abrazador, abrazando a diestro y siniestro? ¿Te imaginas en la escuela o en el Instituto? ¿Cómo se pondría el mercadillo? ¿Y en la iglesia y en las capillas? Además, no cuesta dinero. Ahora, con la crisis… Y podríamos poner en la entrada del pueblo un gran cartel: “Bienvenidos a Gerena, tierra de abrazos” ¡Menuda propaganda!

Ya sé, ya sé. Siempre habrá quien piense que menuda tontería. Pero es tan hermooooosa…(que diría la cada vez más extensa colonia argentina de Gerena). Afectuosamente, Leo.








martes, 21 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (VI)


¿Nos pueden robar el paisaje?


Durante años, la Geografía se definió a sí misma como la ciencia del paisaje. Es por esa razón que siempre digo a mis alumnos que todo a nuestro alrededor es Geografía. Hoy, hemos hablado de los paisajes de la tierra y de los elementos del clima. Trataba de hacerles llegar a conclusiones: ¿Cómo surge un paisaje? ¿Qué elementos intervienen para obtener un paisaje concreto? ¿De qué depende que nos encontremos ante un paisaje u otro? Poco a poco han ido desgranando respuestas: “De los agentes internos, maestro”; “de la erosión”; “de las precipitaciones”; “de las temperaturas”; “del clima”; “del ser humano…” Y, así, como si llevara latiendo en mí desde hace mucho, les he lanzado una nueva pregunta: “¿Vosotros creéis que puede alguien robarnos un paisaje?” Me han mirado con cierta extrañeza. ¿Les he forzado a imaginar, tal vez, a un grupo de ladrones, llevándose en un camión un paisaje con todos sus elementos? Al final, sin embargo, tras nuestro socrático diálogo de siempre hemos convenido que sí, que el ser humano tiene la capacidad de competir con los lentos ritmos de la naturaleza que, a lo largo de miles o millones de años, trabaja concienzudamente para construir los escenarios de nuestro cotidiano vivir. Al llegar a casa, he rescatado del disco duro esta imagen. ¿Estará retenida aún en las retinas de mis alumnos? ¿La recordarán? ¿Alguien nos devolverá algún día este paisaje? ¿Habrá merecido la pena dejárselo arrebatar? Me gustaría transmitir a mis alumnos la vocación de ser conservadores de paisajes. Será una buena profesión para el futuro.

viernes, 17 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (V)


INTERNET Y EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL


Es este un invento maravilloso. Me refiero a Internet, a la llamada “red de redes”, esta inmensa autopista por la que cada día discurre nuestra curiosidad en busca de respuesta para muchas de nuestras inquietudes, de nuestros sueños, de nuestras conquistas, de nuestro legítimo y natural afán por atrapar con la palabra la atención y el diálogo con otros. Este inmenso río electrónico por el que circulan millones de informaciones diversas. ¿Sólo eso? También, infinitas vías de un ferrocarril impetuoso por el que circulan muchas de nuestras humanas miserias, especialmente aquellas que son alimentadas por la pretendida impunidad de quienes creen encontrar poder en las inertes letras de un teclado con el que agredir a otros y para ello se esconden tras el anonimato y el secreto de sus habitaciones.


Hoy quiero compartir con vosotros uno de esos acontecimientos que, en la ESCUELA, te dejan “tocado”, algo noqueado. Porque es algo que ocurre entre esos chicos de 13 a 17 años, que es como decir el anuncio del futuro de nuestra sociedad.


Esta mañana, muy temprano, como ha ocurrido en tantas ocasiones, una de las ordenanzas del centro me anunció la espera y el deseo de hablar de una madre. Como siempre, con toda la amabilidad y el afecto que puedo dispensar en medio de la ajetreada vida de un centro educativo, le he pedido que tome asiento a la mesa, esa mesa circular (que yo llamo de “los diálogos”), del modesto despacho de la Dirección de nuestro Instituto y que comparte conmigo secretos, temores, ansiedades, lágrimas, muchas lágrimas…de alumnos, alumnas, padres, madres, profesores, profesoras… la dimensión más cercana, más íntima, más humana también, de la docencia y de la dirección.


Esta madre me ha hablado de su hijo. Del temor, del miedo de su hijo a ser agredido por otros compañeros. La prueba: un extracto impreso de una conversación por el famoso “TUENTI”. Me quedo anonadado por las cosas que me da a leer. Os ruego disculpas por transcribirlo literalmente. Lamento que tengáis que enfrentaros a esto. A mí me avergüenza, os lo confieso, y os ruego, sin embargo, vuestra atención y vuestro ánimo:


“yo slo te digo ijo de puta k aver si te cojo mañana k te vas a cagar anoréxico de mierda pregunta aver kien esta mas fuerte y mejor k tu cuerpo porke se te notan las costillas debiill k esta podrio por dentro so mierda veras kuando te coja ijo de puta le vas a tener miedo a la calle y en Halloween k no te vea k te machaco so mierda k no matas ni a las hormigas fitetu k asta la hormigas son mas poderosas k tu no komo un askeroso tio k namas k sabe critikar en el tuenti y ahora en la realidad se caga de veras mañana komo te voi a dejar so mierda y ahora informa al director k me la suda so anoréxico deveria ase 4 años verte partido lakara en la fuente de los caños por cagarte en mi puta madre pero ahora mejor la vas a pagar todas juntas niñato de meirda k eres un pringao”


Puedo aseguraros que estas palabras equivalen a miles de cuchillos afilados sobre un alma adolescente y así se lo hago saber a esta madre, que se conforma con pedir sencillamente que su hijo no sea agredido hoy a las puertas del centro… ¿Debemos pensar que empiezan a ser las cosas que se dicen los chavales de comienzos del siglo XXI? ¿Dirán eso los investigadores del futuro sobre el ya desaparecido y arcaico término del “chateo”?


No sé si lo hemos resuelto bien o mal. Las medidas correctoras están en marcha y el proceso aún no ha terminado. Se han culpabilizado mutuamente: es el “Él empezó primero…”. Reconocen allí, en el mismo despacho, la gravedad de lo cometido. Se han pedido disculpas. Han formulado el firme propósito de que nunca volverá a repetirse. Pero ¿sabéis qué es lo que más me ha asustado de todo? El más pequeño, el autor de estas palabras, mirándome, una vez recuperado de las risas que le ha suscitado mi lectura de sus propias palabras (la verdad es que aún no sé muy bien dónde tienen alojada la gracia, debe ser la risa nerviosa del reo que escucha el castigo otorgado a su delito reconocido), mirándome y encogido de hombros, me dice: “Maestro, pero esto ha pasado fuera del instituto…”

El instituto, la casa, mi habitación, mi ordenador… Mucha información, pero ¿estamos más comunicados? Mucha información, pero no saben ni escribir. Mucha información…pero puedo convertirme en un potencial agresor frente a un ordenador ¿Y los buenos sentimientos? ¿Nos enseña este hermoso poder de la palabra escrita el ejercicio de una ciudadanía basada en los valores del respeto al otro? ¿Por qué tanta agresividad?


Una cosa es la información y otra, el conocimiento. Una cosa es la abundancia de información y otra el modo como se genera y se percibe esa información, las más de veces de manera aislada, individual, a veces, diría que solitaria. ¿Estamos más comunicados? ¿Estamos más unidos por este maravilloso invento, nacido, como tantos otros al amparo de la investigación y el gasto militar? Estoy convencido de que ese es el reto de la ESCUELA, convertir este invento en una poderosa herramienta de liberación de energías liberadoras para todos los seres humanos.


El día termina como empezó. Se ha corrido como la pólvora por el Instituto. Un descerebrado machista, su antigua pareja “sentimental”, (en los informativos, y siempre, se debería decir que fue ---él---, “pareja sin sentimientos”) ha colgado fotos de una chica semidesnuda. Ella, en este caso, es una de nuestras alumnas. La he buscado en cuanto lo he sabido y me he acercado a ella. No se extraña de que hasta yo lo sepa. Le indico sus derechos, que ella dice conocer. Me asegura que “además, nunca fueron consentidas” y que ha denunciado los hechos. Le ofrezco nuestro apoyo y toco levemente su brazo para enviarle en un segundo toda mi solidaridad y mi cariño, pero creo que sólo logro fabricar en mi cara un torpe y nuevo gesto de impotencia.


¿Qué podemos hacer? ¿Comprendéis ahora la soledad del educador de fondo? Me trago mi impotencia y reanudo mi trabajo sintiendo sobre mí el aliento frío de esa concepción dominante en la sociedad de quienes piensan que esto sólo se arregla con castigos, sanciones, la aplicación de la ley… Y es evidente que nada de esto puede quedar impune. Pero ¿esa es la educación que queremos dar? Estoy seguro de que venceremos, cueste lo que cueste, le quebraremos el pulso a la ignorancia. No hay otra salida. De lo contrario, será la destrucción definitiva de todos los sueños. En esto voy pensando mientras acompaño a unos cuantos cientos de corazones solidarios en la Marcha Contra la Pobreza. Claro que tenemos que seguir intentándolo, me repito, claro que sí.

miércoles, 15 de octubre de 2008

PANFLETO CONTRA LA CRISIS Y LA MADRE CAPITALISTA QUE LA PARIÓ. LUCHEMOS CONTRA LA POBREZA

He participado, creo que por primera vez, en el foro que mis buenos amigos de la Plataforma Ciudadana por la Información y Participación Pública tienen abierto en este espacio que a muchos nos une. Lo he hecho sugiriendo y diciendo lo que ahora comparto con todos. Es lo siguiente:

a) ¿Queréis una explicación clara de la crisis? Entrad en la dirección que os apunto y ved con atención el video. Genial. Aunque reconozco que a los parados…maldita la gracia que les hace.

http://www.dailymotion.com/video/x684wa_the-last-laugh-george-parr-subprime_fun

b) Ya en un plano, igualmente didáctico, pero esta vez más “serio”, aunque no exento de un crudo humor muy fino, podéis consultar el documento “Crónica de una crisis anunciada” en la dirección

http://www.fespinal.com/espinal/realitat/pap/pap191.pdf

No tiene desperdicio.

c) Es todo tan evidente, tan clarito, tan masticadito, que ante tanta mentira, ante tanto disimulo y engaño que envuelve la realidad oficial, no deberíamos gastar energías en comentarios circulares, sino “quita-vendas-en-los-ojos”…Aquello, de que "el que quiera ver que vea, el que quiera escuchar que escuche…" Ese discurso esperanzado de la… izquierda (¿la llamamos así?) alojada en las chabolas más pobres, en los barrios marginales, en los poblados más lejanos, en la fábricas más tristes, en los sueldos más endebles, en las pensiones más mezquinas, en las bancas de los estudiantes universitarios con nobles sueños y profesores infatigables, hombres y mujeres, en las trincheras donde habitan la utopía y la fraternidad, aquel discurso de los primeros obreros que levantaron la conciencia social, aquí y allá, muy lejos de los palacios que ocupan los políticos profesionales, se llamen como se llamen, instalados en la autocomplacencia del oropel, la tarjeta visa y los coches oficiales… Es ahí, entre los más pobres (no los más miserales), donde está naciendo la alternativa que nos redimirá de tanto atropello a la dignidad. No me cabe duda alguna. En el Norte rico y despilfarrador es imposible que nazca la alternativa planetaria que necesitamos…si no miramos hacia las energías transformadoras que vienen del Sur. También nace en vuestras reflexiones, claro que sí. No son baldías. Os animo a ellas. Vosotros aviváis con vuestro empeño la llama que destruye el acriticismo inmovilizador que nos invade. Tengo un buen amigo que se vió forzado a dimitir recientemente de un alto puesto institucional. Confiaba en poder incidir en la realidad. Me cuenta, sin embargo, las maravillas de cómo se las gasta el poder si no le obedeces sin rechistar… Para alucinar. ¿Vamos a fiarnos ahora de sus medidas? Aprovechemos la crisis para empujar el parto de ese mundo sin injusticias que deseamos.

El próximo Viernes, día 17, a las 7:30, hay una manifestación contra la pobreza Plaza de la Encarnación- Plaza Nueva. En el paseo podemos continuar este apasionante debate…, ¿ok? Pequeñas lucecitas darán luz en la noche. Un fuerte abrazo a todos y a todas.

martes, 14 de octubre de 2008

DOCUMENTOS HISTÓRICOS (II)


¿Iguales al nacer? ¡Diferentes, al morir!


Si en alguna ocasión tenéis la oportunidad de verlos en el Archivo Parroquial, podréis comprobar que, en los libros de defunciones del año 1857, tal como se venía haciendo y se hizo durante siglos, el párroco, normalmente, después de escribir la fecha, el nombre del finado y el tipo de entierro que se le hacía, realizaba una breve y repetida anotación con el mayor número de abreviaturas posibles para no escribir demasiado y abaratar costes de tinta y tiempo como hemos de suponer. Valga este ejemplo:


“Día 8, septiembre 1857

Jose Alanis y Balderas, edad once años

de

Caridad


En la villa de Gerena, el dia ocho de septbre de mil ochocientos cincuenta y siete sele dio sepultura al cadáver de Jose Alaniz que murio enel mismo dia, de viruelas, de edad de once años hijo lejitimo de Pedro Alaniz y de Maria del Rosario Balderas. Y para queconste lofirmo en el mismo dia fecha ut supra”


Es por eso que, hojeando ese libro, llamaría nuestra atención la extensión de lo que el cura escribe, apenas cuatro días después, con motivo de la defunción de una lugareña. En aquel año del Señor de 1857, murieron en Gerena en torno al centenar de personas, en su mayor parte niños de corta edad, afectados por la viruela. La hoy erradicada enfermedad producía en esa época una verdadera escabechina entre la población. Para hacernos una idea, esa mortalidad representaba para la población de entonces, de 1700 habitantes según el censo de 1860, una proporción (en torno al 30 por mil) muy superior a la que hoy, con más de 6000 habitantes, tiene nuestro municipio (sobre el 7 por mil). En 2006, murieron en Gerena, 53 personas, el 82% de ellas a partir de los 70 años, ningún niño pequeño, como suele ser lohabitual. La persona más joven en morir lo hizo con unos treinta y pocos años.


Pues he aquí que el día 12 de septiembre de 1857 murió una persona, probablemente de cáncer de piel, y el relato del párroco es tan elocuente, es un retrato tan fiel de la sociedad de la época en el que no voy a pararme para que seamos todos los que con nuestros comentarios reconstruyamos aquella época que, bien pensado, no está tan lejana. He aquí el relato con las que nos parecen sus muchas faltas de ortografía y redacción incluidas y que, Don Benito, el cura de entonces, nos regaló para nuestro deleite ciento cincuenta años después. No estaba muy lejos entonces, la aparición de La Regenta, la célebre novela de Clarín. Nuestra Marina Ruiz daría también para un personaje de una novela de la época.


"12 DE SEPTIEMBRE DE 1857

Doña Marina Ruiz y Pérez

Muger que fue de Don Manuel

Muñiz, edad – 56 años

De fábrica – 62 reales


En la villa de Gerena, Parroquia y Arzobispado de Sevilla, en doce días del mes de septiembre del año de mil ochocientos cincuenta y siete. Yo, D. Benito del Castillo, Presbítero y Cura Beneficiado de la Iglesia Parroquial de esta villa, de Nuestra Señora Santísima María de la Inmaculada de la Concepción, mandé dar sepultura al cadáver de D. Marina Ruiz, de estado casada y de edad de cincuenta y seis años, que murió el día antes cuya muerte tuvo origen en un favo canceroso, según testimonio del facultativo; habiendo antes echo sus disposiciones testamentarias recivio los Santos Sacramentos de Penitencia Eucaristía y Extremaunción; cuya muerte fue según como había sido su vida, pues la tuvo toda ella arreglada a la pendencia de su confesor, ejercitando actos eróicos, fue bastante caritativa para con los pobres y necesitados, jamás se le conoció orgullo y vanagloria cuando socorría a sus semejantes, visitava constantemente alos enfermos confortavales con sus palabras edificantes remediando la necesidad al que la necesitaba; fue bien echoza para la Iglesia haciendo muchas y cuantiosas limosnas, y constante promobedora de los fieles para que en nada perdiese ni se revajase el brilloy esplendor del culto de Dios, profesó mientras bivio singular devoción a la Santísima Virgen. Siempre tuvo en mucha veneración alos sacerdotes, las confeciones y comuniones eran muy frecuentes, en una palabra, sin tener grande ilustración en las ciencias había comprendido muy bien el Espíritu del Evangelio. Su modestia, pocas palabras, su pobre traje, el color de su cara, demostraba sus rigurosas penitencias y mortificaciones, y todo revelaba en ella un alma grande y escogida. Fue querida de su marido y amada de todos los cirvientes alos quales jamas mandó aninguno una cosa que no se la pidiera por favor en lo que demostraba su grande humildad. En su larga y penosa enfermedad jamas se le conoció un acto de impaciencia, siempre y constantemente se le oia pronunciar los santisimos nombres de Jesus Maria Joaquin y Ana, y su muerte fue llorada y sentida por todos: Fue hija de D. Manuel Ruiz y D. María Belén Perez, natural esta de Olivares y Muger de D. Manuel Muñiz; fueron testigos D. Francisco Cadaval y D. Juan Gil Bermejo y otros varios, todos de esta naturaleza y vecindad, y para que conste lo firmo fecha ut supra. Benito del Castillo".


domingo, 12 de octubre de 2008

El Paseante (II)


Quiero gritar por las paredes tu nombre, libertad.


"...así nace la obra de arte: una mano tendida al enemigo para que cambie"



No sé si tratan de imitar a Basquiat, para pasar de los muros de la calle a los de los museos y galerías que dominan el mundo del arte oficial. En Gerena dejaron de existir, hace ya muchos años, vagones sobre los que provocar y dibujar cantos a la transgresión de las normas sociales. Tampoco poseemos un SOHO, ese barrio al Sur de la calle Houston en Manhattan, que acoja sus manifestaciones artísticas. Sí tenemos, sin embargo, nuestra particular “Triana” y, cerca de ella, los recuerdos del viejo ferrocarril que atravesaba el “Puente Sin Barandas”. Es allí, donde ellos han pintado, esta vez y como siempre, por amor al arte. Pagan de su bolsillo ese impulso que les lleva a dialogar con las paredes y los paseantes y eso, por si sólo, hoy, cuando hasta el aire que respiramos y el agua que bebemos es objeto de una brutal mercantilización, es una inequívoca expresión de rebeldía. ¿Qué les lleva a pintar? ¿Experimentar el placer del acto creador? ¿Sentir el poder de la mano que ejecuta una protesta? ¿Una filosofía para construir otra sociedad?

Sé bien que la cultura urbana del graffiti ejerce una especial atracción para muchos jóvenes de Gerena como el Kane, Migue o Dafne. Suelen buscar espacios que, libres del reclamo de propietarios privados que puedan sentirse víctimas ofendidas por “sucios gamberros peligrosos”, acojan señales de la utopía que buscan sus sprays. Su afición artística, sin embargo, merece que les sean proporcionados otros espacios públicos. Algo de ello se ha hecho alguna vez en Gerena y ha estado bien hacerlo, aunque desigual pueda percibirse el resultado. Conozco de cerca experiencias como la que animó en Almedinilla (Córdoba), su alcalde, Antonio Pulido, ---que inesperadamente se nos fue a sus amigos---, y que sigue congregando cada año en el pueblo a multitud de artistas locales y foráneos para dejar en sus plazas y calles, pinturas y esculturas que lo han convertido en verdadero museo.

Estoy convencido de que cada graffitero lleva en su interior a un artista que cultiva en su quehacer esporádico y nómada, un arte efímero con vocación de permanencia. Quizás sea hora ya de darle el lugar que le corresponde a esa vocación en este gigantesco estudio de pintura y vida que se llama calle.

En todo caso, opino que es mucho mejor, más gratificante y educadora para la vista, esta amable y joven decoración, hija también de espíritus inconformistas, que esa colección de repetidos insultos que, en el pueblo, periódicamente, viene contaminando y degradando el rito clandestino con que los movimientos sociales y políticos, por las paredes, gritaron y gritan, desde hace siglos, contra las más infames injusticias.

viernes, 10 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (IV)



El alumno: ¿el enemigo de cada día?


(A mi antiguo alumno Francisco José Vázquez Vivero y a mis amigos de Guillena)


“Cuando me encuentro a veces con un antiguo alumno que se declara feliz por las horas que pasó en mi clase, me digo que en ese mismo momento, por la otra acera, tal vez pasee otro para quien yo fui el aguafiestas de turno”.


Mal de escuela. DANIEL PENNAC


Siempre digo, y a ser posible delante de otros profesores, que los alumnos son lo mejor que ocurre en la vida de un profesor. Sin ellos, nuestro trabajo carece de sentido. Por ello me resisto a las expulsiones, de clase o del centro. Me entristece hasta la impotencia cada alumno o alumna que decide “quitarse del colegio” ¿Qué será eso que damos que cuanto menos quieren, mejor? Anda el patio de la educación con tal alboroto que se extiende por los centros, la ideología del “dar un escarmiento”, de “aplicar el reglamento”, de “mantener incólume la autoridad del profesor”, de la sanción como máxima suprema para el mantenimiento del orden… Mal asunto cuando hacemos del alumno el enemigo a batir de cada día. Y lo digo yo, que en este momento soy quien tiene la atribución de firmar “las sentencias” de las expulsiones. Yo, que no creo en ellas.


Lo reafirmo: mis alumnas, mis alumnos, los que he tenido, los que tengo, los que han de venir , me han hecho ser, en gran medida, como soy. Incluso cuando ellos pensaban que yo les aportaba algo, ellos me han dado a mí mucho más. Con cada uno de ellos tengo una deuda de gratitud casi infinita. De los buenos y de los malos. De los brillantes y de los “fracasados”. De los tímidos que pasan desapercibidos y de los que se hacen notar.

Anteayer, saludé a “Floren”. Recuerdo que era el alumno más “malo” y difícil del mundo. Cuán difícil nos hacía las clases. Cuando lo he visto, me ha saltado contento el corazón en el pecho. Hemos estrechado nuestras manos. Enseguida he entendido su mirada. La vida le ha hecho madurar. Y enseguida he percibido que no supimos conectar con el ser extraordinario que anidaba en su interior. Muchos le auguraban un futuro…Bueno, ningún futuro. Hoy es un padre de familia responsable, cariñoso, trabajador… Transpira hasta ternura. Y es que de eso se trata: de saber leer en los ojos de nuestros alumnos el rico mundo personal que llevan dentro. Difícil arte, sí. Pero eso es educar y no otra cosa.


Ayer me crucé en la calle con Juanma. Paré el coche y charlamos brevemente. Aún no tiene los catorce y ha decidido no volver al Instituto. Prefiere deambular por las calles sin rumbo, en su bici, todo el día, mañana y tarde. A él no le parecen malas compañías sus amigos. ¡Cómo puedo pretender que comprenda que el riesgo viene de sus amigos! ¡Qué estúpido soy!

Hoy, en mi carrera diaria, paré un momento para entrar en casa de Reme. Había llamado ya seis veces en su puerta en días anteriores. Al fin, he visto luz en su interior, ella me ha abierto y puedo hablar con ella ---una vez que decide no gritar más--- y con su padre. A sus trece años, ha resuelto poner fin a su vida de alumna. Le hablo de las obligaciones, del futuro, de los Servicios Sociales…de que nadie recoge lo que no siembra… ¡Cuánta impotencia! Le hablo con todo el cariño de que soy capaz y le digo que me parece que va a una velocidad muy superior a la que sus años pueden aguantar. ¿Me habrá entendido?


Al llegar a casa, abro el correo electrónico y encuentro noticias de un antiguo alumno. Han pasado ocho años. Ya nos habíamos reencontrado aquí en el blog. Me dices:


“hace un tiempo, no mucho, haciendo una ruta a escondidas (probablemente no sepan que leo sus bitácoras) por blogs de amigos gereneros, encontré la grata sorpresa de tu página personal.

Si bien no suelo hacer comentarios, con el tuyo sentí la necesidad de opinar sobre la entrada de memoria histórica. No solo porque me interesara lo que decía, también porque quería que supieras que en alguna ocasión que otra durante estos años, los que hace que estudie en Gerena, te he recordado en algún momento de mi vida. Y me basta solo contarte el ejemplo de Intermon. Desde aquel viaje o excursión que hicimos, colaboro con ellos en sus campañas hasta donde llega mi capacidad.

Mas o menos presentado quedo, y aunque el número de niños que habrán pasado por tus clases te haga imposible recordar mi careto, quería que supieras que fui alumno tuyo. Eso básicamente fue lo que me hizo comentar y engancharme por primera vez a un blog (porque aunque leo muchos, hoy por hoy a ninguno visito a diario como hago con tierra prospera) y buscar cada día y cada momento alguna entrada nueva. Encantado de haberte reencontrado.”

Inmediatamente, me he ido a buscarte entre mis cuadernos y diarios de clase.---Los conservo todos--- He repasado tus notas de exámenes y mis anotaciones. Descubro por ellas que en aquel momento: No sabías, como un tercio de tus compañeros, qué hacer al finalizar el Bachillerato. En alguna ocasión no llevabas las actividades que repasábamos en clase y que tenías pendiente las Matemáticas de 1º… Y que aprobaste la Geografía, claro.


Al retroceder en el tiempo, siento una enorme nostalgia. ¡Qué buenos tiempos aquellos! Erais mayoría los alumnos de Guillena. Hoy, nos sobran los dedos de una mano para contarlos. ¡Cuánto siento que no estéis por aquí! Sólo un estúpido con estrechez de miras puede pensar que los gerenenses y los guilleneros estamos enfrentados. Aún sueño con la vuelta de muchos alumnos de ese querido pueblo a nuestro instituto.


Es verdad, como dices, que cada año trae una renovada y caudalosa corriente de apellidos y nombres nuevos, imposible de retener en la memoria con el paso del tiempo. Me ha ocurrido con cierta frecuencia que me saluden alumnos de quienes no recuerdo su nombre. Incluso que me hayan reconocido y para mí hayan sido unos desconocidos ---Esto me ha pasado, sobre todo, con los alumnos universitarios de esas aulas con más de cien alumnos---. Pero puedo asegurar que os llevo a todos como pequeños conquistas a las que no puedo renunciar.


Sé que a alguien le parecerá exagerado, pero mi Maestro, Lorenzo Milani, alzó en su capilla ---era sacerdote---, allí, junto a su escuelita, en Barbina, un altar a San Alumno. Sin duda, él ya intuía, como los grandes pedagogos del siglo XX y de siempre, que los alumnos son lo mejor que nos pasa, cada día, a quienes queremos sentirnos maestros con plenitud. Gracias a todos por hacérnoslo posible.

miércoles, 8 de octubre de 2008

CRÓNICA DE AUSENCIAS (I)



He encontrado su foto entre los centenares de recuerdos gráficos que guardo de la Gerena que va desde la década de los 80 hasta la reciente aparición de la cámara digital hace muy pocos años, ese fantástico invento (sobre todo por lo barato que resulta hacer numerosas fotos), que ha desplazado la vieja caja metálica de carne de membrillo o las cajas de zapatos o de puros, donde siempre hemos guardado nuestras fotografías, por los discos compactos o el disco duro de nuestros ordenadores, en los cuales almacenamos miles de fotos con las que ya no tropezamos al buscar en el ropero o en el armario. Como sabéis muchos, siempre me ha gustado salir a hacer fotos por Gerena, de sus calles, de sus monumentos, de su campo, de su río, de sus fiestas…y, sobre todo, de su tesoro más preciado: su gente. Poco a poco, desde la nostalgia positiva y desde el mayor respeto, iré desvelando en este modesto rincón muchos de esos recuerdos enlatados.

Para los más jóvenes, que probablemente seáis mayoría entre quienes pululáis por estos lares cibernéticos, puede que resulte un auténtico desconocido, tan desconocido como lo serán dentro de unos años muchos de esos vecinos que hoy deambulan por nuestras calles y que nuestra mirada los percibe como “distintos”. Son esos que suelen destacar entre la multitud. Unos, por la excentricidad de sus conductas, otros, por su enfermedad y, en general, y por muy diversos motivos, por el discurrir de sus vidas en los márgenes de lo que la mayoría considera normal. Vienen a ser los “otros”. Terminan siendo señalados por el dedo de la discriminación, a veces, por la sorna de la burla y el desprecio y en multitud de ocasiones sólo concitan la lástima y la conmiseración de todos.

Manuel fue mi vecino. Hace pocos días, la piqueta destruyó los últimos vestigios de la casa en la que vivió. Alguna vez le observé por el pequeño ventanuco de la habitación que le acogía en aquella múltiple casa familiar de la antigua calle Millán Astray, la actual Ramón de las Moras. Conocido como “El Bichín”, su nombre era Manuel Giles. Traigo aquí su recuerdo como homenaje (“respeto hacia alguien”) a cuantas personas forman parte del paisaje cotidiano del pueblo y en opinión de algunos, lo afean. Sólo recordarles a esos que, sencillamente, ellos nos recuerdan que el ser humano no es más –ni menos- que un universo irrepetible de dignidad infinita. ¡Manuel, donde quiera que estés, tómate una copa a nuestra salud!

martes, 7 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (III)




No me quedan palabras. Siento vergüenza


Hoy pensaba escribir sobre las peleas de los alumnos en el Instituto. Debo confesar que es algo de lo que me avergüenzo profundamente. Pero al leer en la prensa del día este titular: "Cada tres segundos fallece un menor de cinco años", me he sentido empequeñecer tanto que sólo siento ganas de hacer pública mi indignación y mi impotencia y dejar para otro día mis reflexiones sobre esta joven generación, tan cuidada, tan mimada, tan satisfecha de bienes materiales... que se permite el lujo de pelearse por esta o aquella palabra que toman como un insulto, que se permite el lujo de renunciar a la formación y a los recursos que la sociedad pone en sus manos para alcanzarla, que se permite el lujo de gastar diariamente en chucherías lo que muchos no tienen para comer, que se permite el lujo de tener lujosos teléfonos, lujosos anillos, lujosos cordones... que se permite el lujo de la ceguera y la indiferencia hacia los que sufren porque..."¿Yo, qué culpa tengo de que no tengan...?" ... Siendo todos estos chicos y chicas del mundo rico mi preocupación y mi ocupación, siendo ellos el motivo principal de mi vida, hoy sólo siento, cada tres segundo, en mi alma, en mi corazón entero, cada tres segundos, el mazazo, el insulto a la dignidad humana, de la muerte, cada tres segundos, de un niño en el mundo antes de cumplir los cinco años ---¡¡¡10 millones al año!!!---, la mayoría de las veces por causas que podrían evitarse. Si alguien quiere conmover su conciencia y darse una vuelta por el mundo de los datos incontestables, puede encontrarlos en el informe de la ONG Save the Children, "Salvar vidas en Tiempos de Crisis":


http://www.savethechildren.es