2002

viernes, 27 de marzo de 2009

28 de marzo a las 20:30 h.

LA HORA DEL PLANETA


Es un simple gesto. Se trata de apagar las luces, de quedarse a oscuras o a la tenue luz de unas velas. Podría ser una buena ocasión para una cena romántica o para escribir o leer como lo hicieran en su tiempo Cervantes o Shakespeare. Consiste en desenchufar al planeta de esta larga carrera sin fin a la que lo tenemos condenado. La Tierra, nuestro hogar en esta galaxia, bien merece tomarse un respiro, que se lo concedamos. Al menos, durante una hora. No tiene sentido este insostenible ritmo de consumo energético, esta alocada marcha hacia el agotamiento. Las actuales generaciones de pobladores del planeta hemos olvidado que esta nave en el espacio no la tenemos heredada de nuestros padres, sino prestada de nuestros hijos. Es un simple gesto contra el cambio climático, el primero de los que puede venir de la mano de la irresponsabilidad de los humanos... Esa especie que alguien consideró "una verdadera enfermedad sobre la piel de la Tierra". No pongamos más a prueba la sostenibilidad de los recursos y la fecunda genorosidad con que Gaia nos amamanta. Una madre como ella bien merece una prueba de nuestro agradecimiento. Es el 28 de marzo, de 20:30 a 21:30. Y a partir de ahí, todos y cada uno de los días del año en su viaje alrededor del sol.

1 comentario:

J.Joaquín Santos dijo...

Muy buén artículo Leo. Si todos tomaramos conciencia de que estamos matando nuestro planeta, otro gallo cantaría, pero es tan dificil concienciar a todo el mundo, y hay tantos intereses creados...
En fín, que siga la lucha!!!
Un saludo...