2002

lunes, 4 de enero de 2010

BREVE HISTORIA EN IMÁGENES

Ha llovido como no recordaba desde hace años. Me ha parecido que han vuelto aquellos interminables días de temporales en que padre volvía del campo empapado y se encendía un brasero para secar la ropa sobre aquel armatoste que a mi me parecía gigantesco, el zahumador, trenzado con baretas, ya muy resecas, de olivo. Un olor intenso de alucema, mezclado con las humedades de la ropa campesina, nublaba los portales enladrillados de la "casa barco". Nostalgia de aquellos días en que el viento tronchaba algunas ramas y dejaba huérfano el limonero y empedrado de amarillo el corral. Ah, la lluvia. Sobre esta tierra, la lluvia nos hace habitar el paraíso, una tierra rica...de gente pobre. Nostalgia de quienes tanto amé, del pueblo y la gente que amo.

Hoy, los tiempos han cambiado...

Aunque, a veces, no parecen haber cambiado tanto...

¿ O sí? La nobleza se mezcla con el pueblo...

...y la generación más libre de la historia gusta de encarcelarse a sí misma

...los gitanos se casan sin prejuicios entre payos...

...nos dejamos invadir por banderas que en otro tiempo fueron combatidas...


Y de todo ello, dejamos un rastro que durará siglos.


Verdaderamente, los tiempos han cambiado. Brindemos para que sigan cambiando... y sólo sintamos nostalgia por la infancia, porque... no somos lo que somos, sino lo que hacemos por cambiar lo que somos.









6 comentarios:

peralta dijo...

bueno , bueno ,a mi tambien me parece bien que los tiempos cambien sobre todo si es para mejor

Owana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Owana dijo...

Mientras seamos, siempre estaremos cambiando.

'no somos lo que somos, sino lo que hacemos por cambiar lo que somos' (bonita frase)

José Manuel Martínez Limia dijo...

Quien sabe Leo, muchas son las ocasiones en que recuerdo la famosa sentencia del Gatopardo: cambiar todo para que nada cambie. Quizás necesitemos que toda esa diversidad y todas las banderas corran y ondeen de verdad por nuestras calles, que sólo son nuestras porque son de todos.

Sartre escribió en una obra que representé en mi juventud: el infierno son los demás. Magnífica frase por su contraria: el paraíso también son los demás; y si somos capaces de edificarlo aquí, en nuestra vida, seremos mucho más sabios.

Yo también estoy en ello.

Un abrazo.

Paloma dijo...

Es verdad, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Qué sería del mundo, sin la necesidad de cambio. Saludos.

Anónimo dijo...

La imagen del río y tu comentario, me hacen sentir nostalgia.
Un saludo y un abrazo muy fuerte desde Catalunya.