2002

martes, 21 de octubre de 2008

Diario de un Profesor (VI)


¿Nos pueden robar el paisaje?


Durante años, la Geografía se definió a sí misma como la ciencia del paisaje. Es por esa razón que siempre digo a mis alumnos que todo a nuestro alrededor es Geografía. Hoy, hemos hablado de los paisajes de la tierra y de los elementos del clima. Trataba de hacerles llegar a conclusiones: ¿Cómo surge un paisaje? ¿Qué elementos intervienen para obtener un paisaje concreto? ¿De qué depende que nos encontremos ante un paisaje u otro? Poco a poco han ido desgranando respuestas: “De los agentes internos, maestro”; “de la erosión”; “de las precipitaciones”; “de las temperaturas”; “del clima”; “del ser humano…” Y, así, como si llevara latiendo en mí desde hace mucho, les he lanzado una nueva pregunta: “¿Vosotros creéis que puede alguien robarnos un paisaje?” Me han mirado con cierta extrañeza. ¿Les he forzado a imaginar, tal vez, a un grupo de ladrones, llevándose en un camión un paisaje con todos sus elementos? Al final, sin embargo, tras nuestro socrático diálogo de siempre hemos convenido que sí, que el ser humano tiene la capacidad de competir con los lentos ritmos de la naturaleza que, a lo largo de miles o millones de años, trabaja concienzudamente para construir los escenarios de nuestro cotidiano vivir. Al llegar a casa, he rescatado del disco duro esta imagen. ¿Estará retenida aún en las retinas de mis alumnos? ¿La recordarán? ¿Alguien nos devolverá algún día este paisaje? ¿Habrá merecido la pena dejárselo arrebatar? Me gustaría transmitir a mis alumnos la vocación de ser conservadores de paisajes. Será una buena profesión para el futuro.

6 comentarios:

Felipe Marín Álvarez dijo...

Gracias por la foto.

Porque gracias a ella encuentro un diminuto consuelo, pero al fin consuelo.
Porque con ella creo que no me robaron del todo aquel recuerdo que ahora parece viejo y soñado.
Porque puedo, aun con tu foto, imaginar las texturas de aquel paisaje que ya no está.

Maravillosa foto. Increíble. Verde y viva.

Salud.

LEONARDO ALANIS dijo...

Gracias por tu comentario. Te echaba de menos.

Anónimo dijo...

Desde luego que nos lo roban. Gerena es una víctima de referencia en temas de robo de paisajes. Por un lado, la urbanización masiva y repentina de montones de hectáreas de olivar. Por otro lado, la gravera depredadora de la fontanilla, que poco a poco va haciendo su sucio trabajo. Y ,cómo no y sobre todo, la mina, la polémica mina.

A propósito de la influencia del ser humano en la configuración del paisaje. He leído en varios libros que la actividad humana interviene más en la formación-modificación del paisaje que todos los demás elementos naturales juntos. Su capacidad de mover tierras, de ganar metros al mar...

Anónimo dijo...

Gran vocación la de ser conservadores de paisajes.

Cuando el poder económico y la especulación entran en juego,no hay paisaje que resista.
Por eso es difícil tarea la de transmitir la vocación y sobre todo el llegar a ejercerla.
Otra cosa es conservarla en la retina o en algún disco duro.
Mientras el sistema siga rodando sobre los mismos ejes seguirán existiendo los paisajes supceptibles de cambio

Anónimo dijo...

Si y muchas veces nos los robamos nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Si y muchas veces nos los robamos nosotros mismos.