2002

domingo, 7 de diciembre de 2008

DÍA DE LA MÚSICA 2008


ME EMOCIONA HABLAR DE MIS AMIGOS


Lo siento, lo siento mucho. Tal vez no sea propio de un presentador que se precie, pero no he podido retener la intensidad de mis propias emociones: se ha entrecortado mi voz y en mis ojos han aflorado las lágrimas. Debo reconocer, sí, que soy de lágrima fácil. Aquello de "que los hombres no lloran" no se hizo para mí. En ese aspecto que no cuenten conmigo, soy poco hombre, prefiero el llanto. Pero no quiero reprimir con un discurso artificial los abrazos que quiero dar, los elogios que quiero regalar, el cariño sincero que pretendo mostrar. Porque, al fin y al cabo, las lágrimas no son más que el camino más corto para comprender esa naturaleza humana que nos ocupa: que somos, en esencia, agua, sólo agua y poco más. El agua limpia, purifica, sacia la sed, nos lleva, nos acerca... Las lágrimas de hoy, esos efímeros diamantes de agua y sal, no fueron más que una explosión de emociones que mi pecho regaló a los ojos cuando hablaba de mis amigos a mis amigos, eso que a veces me ocupa y que gustosamente acepto como modesto artesano de la palabra.


DÍA DE LA MÚSICA 2008

Gerena, 7 de diciembre – Centro Cívico.


En homenaje a Juan José López Lobo


Se cumplen hoy 20 años y 17 días desde que la Banda de Música comenzó a otorgar una distinción a las personas o instituciones y colectivos que en cada momento, cada año, han destacado por su apoyo a la música. Así, hemos llegado hasta hoy y poseen este mérito desde 1989 y por este orden:

La Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Fernando Feliú y

La viuda de Don Manuel Martel Vergara

Federico Rodríguez Ruiz

La Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Gerena

Antonio Acuña Cáceres (“Chaveta”)

Pedro Alanís Falantes

El Excmo. Ayuntamiento de Gerena

Basilio Ramírez Palomo

Manuel Granados Ramírez

José Vizcaíno Olmo

La Asociación “Amigos de la Música

Manuel Alanís Núñez y Francisco Fuentes Leal

Ramoni Carrero Fuentes

Manuel Acuña Pozas

Domingo Romero Peralías

José Salguero Roldán

Antonio Nogales Acuña

El Pueblo de El Ronquillo

El Pueblo de Gerena

Manoli Carrero Fuentes

Ramoni Fuentes Leal

Antonio Fernández Rodríguez (“El Tete”)


Estimados amigos, estimadas amigas:


Es todo un honor, y un privilegio a la vez, aceptar una vez más el encargo de la Dirección de la Banda para oficiar, ---con la torpeza de mi modesta palabra---, este acto de entrega de la placa 2008. Un honor y un privilegio inmerecidos, porque quienes trabajan por la música, con la música y para la música, son ellas y ellos, los músicos. Es decir, que mi palabra no es mía, que es de ellos. Y siempre ha sido así. Os relato tan sólo, pues, la historia que ellos os quieren contar:

“Imaginad por un momento a esa generación de los que hoy comenzamos a sobrepasar los cincuenta. O cincuenta y uno. O cincuenta y dos… Trata esta historia de alguien que pertenece a esa numerosa generación que nació en la España de finales de los años 50, aquella España que se disponía en aquel momento a desarrollarse y a abrirse al mundo. Un mundo que la esperaba, claro, interesado, muy especialmente el mundo americano, que, a cambio, nos dio las bases y nos regaló toneladas de leche en polvo que disciplinadamente los españolitos pobres en la triste escuela de entonces, tomábamos mezclada con algunos terrones de azúcar y canela en polvo o con el cola-cao de aquel negrito que… traíamos de casa liado en papel de estraza, y… poco más. Una generación que aún tuvo que cantar durante algunos años y a su corta edad, el “Cara al Sol” en el patio del Colegio Cervantes, mientras se izaban las tres banderas de la Dictadura de Franco (aquel “hombre”). La generación de…¡aquel tiempo tan feliz en que éramos tan desgraciados! ¿Recordáis? No es está mal recordarlo cuando acabamos de celebrar el 30º aniversario, el más longevo período, de una Constitución democrática en España. Imaginad, por tanto, a alguien nacido en el seno de aquella España. Ese es nuestro protagonista.

Es esencial decir desde el principio, aún a costa de que adivinéis enseguida de quién se trata, que sus orígenes, por parte paterna, proceden de una familia que se trasladó a Gerena ---debió ser a comienzos del siglo XX, no sé decirlo con precisión--- desde un pequeño Caserío del municipio de Arenas, en la Axarquía malagueña, llamado DAIMALOS (Una pedanía que hoy apenas cuenta con 50 habitantes). De allí vino su padre y, sobre todo, había venido unos años antes el verdadero hacedor del clan familiar: Juan Alcoba García.

Este hombre, que podéis encontrar retratado muy al uso de la época en el libro “De la Gerena que venimos”, llegó a ser “aperaó” (aperador) del del Marqués de Albaserrada y, con el tiempo, amasó una modesta fortuna y propiedad, que dejaría en herencia a sus sobrinos: Juan, Francisco y Pepe.

Claro que Juan Alcoba les dirá muy poco si no digo al mismo tiempo que era conocido por el nombre de Juan MATORLA. Todo un personaje de la vida pueblerina de entonces ---dicen que prestó dinero a mucha gente---… todo un personaje, y cuyo sobrenombre, del que no conocemos su significado, la familia ha llevado y lleva con orgullo. La era Matorla, la huerta Matorla…la gente de Matorla… forman parte, como bien sabéis, de nuestro paisaje y de nuestro paisanaje y todos sabemos quiénes son cuando oímos ese nombre.

Ellos, son cuatro hermanos. O mejor dicho, 3 hermanas y un hermano (aquí es importante distinguir al varón de las hembras y el orden: él es el único varón y el más pequeño). A su padre, Santiago Francisco López, Paco, se lo llevó la enfermedad cuando él tenía 5 años. Fue, recuerda muy bien su hermana Encarna, el año en que mataron a Kennedy. Su madre, Dolores, sus hermanas (Encarna, Loli y Luisa) y la Tía Luísa, tuvieron, pues, que bregar con él, con “el niño”, y tuvieron que tirar “pa´lante” de la familia en aquel trance. No fue aquel tiempo un tiempo fácil (nunca lo son para una viuda cargada de hijos): “es verdad que las tierras daban entonces para el pan, para el aceite…Pero las faenas del campo, sin un hombre en la casa de un agricultor…no daban. Para pagar y que lo hiciera un hombre…para eso no daba”. “Mi obsesión, cuenta su hermana mayor, era entonces: ¡Dios mío!, dame fuerzas para quitarle las trampas a mi madre”.

---Y cuento todas estas cosas para que la historia, esa, la general, la de todos, la de España, se deje contar también al mismo tiempo…a los más jóvenes y a los olvidadizos---

Y nuestro protagonista creció en la casa familiar, enfrente a la actual Plaza de Alonso Vicedo. Algunos de nosotros recordaremos de aquel tiempo que luctuosos acontecimientos, alguna vez, ensombrecían la vida de todo el pueblo y paraban el pulso de su cotidiano: “Que se ha ahogado en el charco, Andrés, un niño de 10 años, el de la gente del Mecánico. Que se ha ahogado Luís, el de Pascual…” Era aquel un barrio, de un pueblo de canteras, rodeado de tajos que más de una vez dieron disgustos a las familias vecinas. Por eso, quienes tenían niños pequeños andaban en más de una ocasión con el corazón en un puño. Fue aquel miedo el que hizo a su hermana abandonar la costura en el Taller de Manufer e ir andando un día, “a las doce, con toa la caló”, al río, a buscar al “Niño”, que andaba, según decía la gente, con el Antonio (el Muá), con Fernando el Cojo, el de Cascabeles,… andaba, decían, por el Río, adónde habían ido en bicicleta. “Si llega a echarle mano de verdad aquel día…”

Pero el Niño, al que ya podemos decirle “Juanito”, no fue sólo un niño más o menos travieso como todos, a los 11 años empezó a dar clases de música y terminaría tocando el clarinete. Su maestro, allá por la Cuesta de la Música, fue Manuel Martel, a él le tocó manejarse con aquellos niños que, como Juanito, cuando terminaban sus clases, jugaban al futbolín en los billares de Gorito: José Salvador el del Pancho, Salvador el de Candiles, Juan Ureña, Juan José el de Picaplatos, José y Félix los del Corneta, Bartolo, Pedro el de Mariqui, Juan el de Matamoros...

De aquí le viene su afición a la música. Una afición que no ha abandonado desde entonces y que, como miembro de la actual Banda Municipal de Música, ha cultivado como músico hasta hace apenas unos años en que decidió dejarla. Hasta entonces, hasta el 2005, ha tocado en la Banda, los platillos. Los platillos como toda la percusión, son fundamentales para el ritmo en cualquier interpretación musical, sin embargo, su madre nunca vivió bien el que su niño tocara los platillos. Ella decía que los que tocan los platillos en las bandas son los tontos. Para qué vamos a engañarnos, es lo mismo que alguna vez hemos pensado muchos al ver algunos espectáculos. Su amigo y director de la banda durante tantos años, Manuel Vizcaíno, afirma, sin embargo, que no todo el mundo ha estado a la altura de él como percusionista a pesar de no haber realizado estudios en el conservatorio.

Vizcaíno, realmente quería que él tocara el saxo tenor. Se trataba de un instrumento de grandes dimensiones para la mayor parte de aquellos niños que entonces se iniciaban en la música y era preferible que lo llevara un adulto. De hecho, él lo llegó a comprar, a pesar de que había otras urgencias: Su mujer estaba embarazada de su primera hija. Pero, en opinión de su director, a la vista de que no le echaba las horas que el saxo requería, le pidió que tocara los platillos.

Fueron aquellos comienzos de la banda de finales de los 80, aquellos en lo que su hija le acompañaba a casi todos los ensayos en brazos de sus madre, tiempos en los que había que arrimar el hombro y él siempre estuvo ahí. La banda no empezó con un autobús en la puerta de la Casa de la Música. Entre otras cosas, porque ni había casa, ni había recursos: Si había que poner el coche para ir a otros pueblos, él se prestaba a ponerlo. Si había que invitar a los niños a un refresco a mitad de camino tras la correspondiente actuación, él pagaba de su bolsillo. Si había que buscar fondos para una tuba o un bombardino y había que trabajar en la barra de aquella primera caseta de feria, allí estaba él echando horas como nadie. Y si había que buscar y firmar contratos, allí estuvo acompañando siempre al director, a Poza, a Domingo… Eran los tiempos de todos a una…eran los días de los conciertos en el viejo cine Encarnación y de aquellas celebraciones que comenzaron en el comedor del colegio, en el Miami… Él ha sido, pues, un trabajador infatigable por la música hasta el último momento.

Dice su mujer que, López, como ella lo llama como si de un compañero de colegio o de oficina se tratara, nunca ha faltado a los ensayos y ha dejado montones de cosas por la Banda. La misma en la que su hija Luisa toca el clarinete, perpetuando de ese modo el alma musical que él tanto ha alimentado dentro y fuera de su casa. Y que, por cierto, no se llama Luisa por casualidad. Porque Juanito, fue la niña de sus ojos para la Tía Luisa y él lo sabe. Sin olvidar a los demás sobrinos, bien es verdad, pero él fue siempre para ella el primero y el predilecto en todo.

Pero ¿quién es en verdad este “Niño”, este “Juanito”, este “López” del que hablamos? Pues si os digo que se llama Juan José López Lobo, ese nombre, que tanto dice a los suyos, dice tan poco como el de Juan Alcoba si no le añadimos el Matorla. A este JJLL también deberemos añadirle algo que seguro ya se ha escuchado por lo bajini y que yo no me he atrevido aún a mentar, porque a su madre le gustaba menos aún que el hecho de que tocara los platillos. Y es que no hemos dicho que la culpa la tuvo, no sé si estoy en lo cierto, su paso por la Ciudad Juvenil “Francisco Franco” (¡otra vez aquel hombre!), allá por los años setenta, los mismos años en que recaló por el Sevilla Fútbol Club un exótico jugador africano de fútbol, procedente de Gambia, llamado…ALHAJI MOMODO NJIE y que marcó toda una época para este ilustre equipo de la capital.(Y que, por cierto, estuvo a punto de fichar por el Betis, lo que hubiera cambiado mucho, de haber sido así, nuestra historia y la de nuestro protagonista). Me han contado que alguien allí, en la Ciudad Juvenil, a la que fue a parar para cursar los estudios de Electricidad que no llegó a concluir, le empezaron llamar por el sobrenombre de este jugador. Probablemente, incluso, se lo empezara a llamar alguno de los muchos paisanos que como él compartieron estudios en aquel centro: Genaro Loro, Félix Delgado, Colombo, Antonio Falantes, Joselito el de la Genara, Benito Nogales, Bartolo Mojaca, Acuña el Largo… Muchos de los que un día, voluntarios ellos, ¡quién lo iba a decir! fueron a la Plaza de Oriente a vitorear a Franco (¡otra vez!) antes de concluir su largo y triste gobierno sobre España… ¡Quién lo iba a decir de quien sería en el futuro un militante comunista, de alguien que encabezó aquellas protestas del Empleo Comunitario delante del Ayuntamiento! Cosas de la historia.

En fin… sí, este año la placa es para él. Como ves es posible hablar de ti sin llamarte como no quería tu madre que te llamaran. Dijo la pobre en cierta ocasión: “Mira la gente que decirme en to mi cara que soy la madre del Biri. Vamos, vamos, con el nombre tan bonito que tiene mi niño. Claro, si él no contestara cuando se lo dicen...”

Quienes lo quieren de verdad: su mujer, sus hijos, sus hermanas, su compadre, sus amigos…lo tienen claro

…que tendrá sus faltas como todo el mundo, pero es un pan bendito

…que es un ferviente amante de la música clásica y de la zarzuela y de la ópera: le emociona especialmente Pavarotti y su interior se conmueve con toda ella y, por encima de todo, cuando escucha a la Banda de su pueblo, a su Banda.

…que es todo humanidad, un buen compañero, un buen amigo…

…que él no suele hablar de nadie y, mucho menos, para hablar mal, prefiere el silencio.

…que para él, todos sus amigos son buenos amigos

…que terminó casándose con Rosarito porque estaban predestinados a ser una pareja indestructible, aunque suene cursi decirlo así de esta manera. Con ella se llevó 10 años de novio y lleva ya 22 años de casado. Toda una vida… Reconoce no tener demasiada paciencia, sobre todo, a la hora de los deberes. Alguna vez, como si él no tuviera nada que ver en el asunto, le ha soltado a Rosarito aquello de: “Si tú no hubieras tenido tantos niños…”. (Éllos saben, al cabo de tanto tiempo en común, que el matrimonio es la más difícil y la más rica escuela de convivencia porque nos habilita para participar en la vida de otro, eso que tanto nos cuesta aprender a todos. Ellos saben, al cabo de tanto tiempo, que en la vida lo más importante no es conseguir un bolsillo gigante, ni siquiera disfrutar de una hermosa casa como tienen, sino que lo verdaderamente importante es la salud y el regalo, a veces complicado, de los hijos,… que lo importante es cultivar un corazón grande para quererse).

Y que, en fin, y en honor a la verdad, si le ha gustado a nuestro amigo gozar en ocasiones con alegres excesos de baile y cante, siempre en la mejor compañía, ha sido o para huir de su timidez, esa que siempre ha vivido en él agazapada, o para celebrar las actuaciones de su banda o los éxitos de su equipo del alma.

Antes de cualquier concierto, sobre todo el que tiene lugar, como hoy, el Día de la Música, los nervios se lo han comido por dentro. Seguro que, ahora, antes de subir aquí para recibir su más que merecido galardón y el cariño de todos, está hecho un ese haz de nervios que a veces canta su mirada.

Tus amigos, tus amigas, los presentes y quienes quisieran estar aquí y no pueden, consideramos que bien te mereces este reconocimiento.

Porque debéis saber que hay músicos buenos, los hay no tan buenos y los hay mejores, pero pocos hay como él…esos que son músicos…¡hasta la muerte! Con todo nuestro cariño, felicidades.


En Gerena, 7 de diciembre de 2008

4 comentarios:

Rous dijo...

Muy bonito el texto del homenaje, muy emocionado le vi, deben ser muy amigos, eso está bien, que te rinden la oportunidad de homenajear a un amigo.
Yo personalmente no lo conocía pero me hice una pequeña idea con sus palabras, enhorabuena!
Sólo me faltó una cosita, el homenajeado no habló, no podría de la emoción…

LEONARDO ALANIS dijo...

Gracias por tus palabras. Un beso.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tus palabras, siempre tan acertadas y emotivas, que no sólo te emocionaron a ti, sino a todo el auditorio.Una vez más dejaste el pabellón muy alto. Gracias por tus palabras, gracias por ser mi maestro, gracias por los carteles del día de la música, gracias por las pancartas, gracias por tus "mítines", gracias por apoyar a la banda siempre, gracias por tus consejos, gracias por tus sueños e ilusiones...o milagros pretendidos, gracias por....,gracias por se tú.
Un beso.

LEONARDO ALANIS dijo...

¿Y qué te digo yo a tí ahora? Un beso