2002

martes, 23 de diciembre de 2008

Diario de un Profesor (XIII)

El árbol de nuestros sueños





Muchas de nuestras casas se adornan en estas fechas con un árbol de Navidad. Nosotros, en el instituto, no hemos querido ser menos y hemos instalado tres para colgar en ellos nuestros sueños, nuestros mejores deseos. Los alumnos y alumnas que han querido, después de dejar marcada la huella de sus manos ---manos abiertas para encontrarse, para estrechar, para dar y para recibir---, han formulado tres buenos y positivos deseos (estaban prohibidos los malos): para uno mismo, para la familia y para el instituto. Estos son una muestra de los más de un centenar de mensajes recogidos y que nos acercan, entre otros, a esos universos que pueblan los sueños, desde los más inasibles a los más… materialistas, de nuestros estudiantes:


“Deseo que cuando sea mayor, pueda tener la profesión que siempre he soñado”. “Para mí, que no me quede ninguna. Para mi familia, que tenga salud y para el Instituto, que no haya peleas”. “Deseo que el instituto dure mucho tiempo”. “Deseo que en mi familia no falte la salud y la alegría”. “Que mi familia goce de mucha salud y no me dejen nunca sola y que podamos pasar unas buenas Navidades”. “Que las notas del próximo trimestre sean mejores y que los maestros sean justos con las personas”. “Deseo mucha salud para mi familia y pasar una feliz Navidad. Y desearía que no me faltara tanta gente como me falta”. “Que mis amigas siempre estén conmigo, que las quiero muchísimo”. “Deseo que me queden menos en el segundo trimestre y que me vaya mejor en todo”. “Deseo que mis amigas aprueben y yo me incluyo”. “Para mi familia deseo mucha salud y prosperidad”. “Que tenga salud en lo que me queda de vida y que me toque la lotería”. “Deseo que todo el mundo se lleve bien con todo el mundo”. “Que mi madre no se enfade cuando vea mis notas. Que me den mis padres el móvil”. “Deseo muchos regalos de Navidad”. “Deseo salud para mi familia y pasármelo muy bien en navidades y que mi abuela deje de tener cáncer”. “Deseo algún día poder terminar la carrera para algún día llegar a ser lo que deseo”. “Deseo que pongan taquillas. Deseo seguir con todos mis amigos en el instituto y aprobar todas las asignaturas”. “Deseo que en el 2009 pasemos un feliz año con toda la familia”. “Que los profesores y maestros nos aprueben a todos en los tres trimestres”. “Que este año venga igual que el anterior”. “Para el Instituto, que vaya siempre muy bien y que siga así”. “Un sueño para mi: aprobar todas”. “Para mi familia: que me toque el gordo”. “Que me dejen salir mucho estas navidades y nos lo pasemos igual de bien que hasta ahora”. “Que mi madre me entienda y me deje salir en las navidades y me eche Reyes”. “Que los maestros y profesores hagan bien las medias y que lo cuenten todo”. “Este año espero que mi madre no se enfade cuando venga a por mis notas. Porque han sido las peores de toda mi vida”. “Que todos los sueños que tengo en la mente, se me cumplan”. “Deseo llegar a los objetivos que tengo para mi vida”. “¡Bon Nadal a tots!”. “Seguir con todos mis amigos en la misma clase los pocos años que me quedan en el insti”. “Deseo para mi que consiga ser médica y que tenga salud”. “Que mis amigas sean muy felices y que este año sigamos igual de unidas”. “Mi deseo es que me traigan un novio”. “Que esta Navidad sea de las mejores”. “Para mi, que me vaya bien la vida”. “Deseo que mi abuela se mejore y deje de tener la enfermedad que tiene y vuelva a ser la misma de antes”. “Que no nos pongan tantos exámenes”. “Deseo para el Instituto que siga así”. “Ser rico, ser feliz y pasármelo bien”. “Nuestras exigencias no son negociables: queremos que no nos pongan tantos exámenes; un día sin clases, horas libres y excursión; el recreo de 100 minutos de duración y que en el cole quiten como obligatorias las asignaturas de sociales, lengua, matemáticas y muchas otras”. “Por favor, que tengamos casa de navidad”. “Mi sueño es ser astronauta”. “Que nos toque la lotería y ser millonaria”. “Salud, paz y alegría”. “Que me dejen en paz”. “Para el instituto, que le den una subvención para mejorar las instalaciones”. “Para el instituto, que esta buena enseñanza perdure para siempre”. “Para el IES: Buena enseñanza”. “Un sueño para el instituto: que las clases sean divertidas”. “Para el instituto: que siga adelante aprendiendo a gente”. “Para mi familia: Que no se pongan malos ninguno”. “Un deseo para los demás: una sonrisa”. “Que aunque acabe el instituto, siempre esté en mi corazón”.


Nuestros alumnos son hijos del tiempo que les ha tocado vivir. Se repiten aquellos deseos en los que prevalece la petición de salud para la familia, los que hacen votos por la amistad y por la libertad de movimientos (¡¡que me dejen salir!!) y, en contra de lo que alguno pudiera pensar, se auto desea con fuerzas el éxito en los estudios y… el dinero, claro, en forma del milagro de la lotería. No falta tampoco quien se toma a bromas la cosa y pide que se le cumplan sueños como conseguir un novio, tener un Austin Mini o que “me vengan millones de euros al por mayor y me apruebe Antonio Luís”. Es probable que estos mensajes no sean representativos de los más de quinientos alumnos y alumnas del centro, es probable que alguien piense que son sólo los de esa minoría que se presta a participar en estas edulcoradas e “infantiles” actividades prenavideñas, pero lo cierto es que, cuando se dan cauces para la expresión libre de los sentimientos, apreciamos que en la inmensa mayoría de nuestro alumnado anidan los más nobles deseos y los más altos sueños. Prueba de ello son, por ejemplo, esos que se solicitan para las abuelas. Sin duda, deberían hacerse realidad. Todos los demás, habrá que pelear por ellos. ¿Y tú? ¿Qué deseos, qué sueños…colgarías?

3 comentarios:

Rous dijo...

Feliz Navidad!
Mis deseos son salud y felicidad para todos los niños del mundo, ellos son el futuro de nuestra sociedad y hay que cultivarlos y quererlos.
Paradójicamente nosotros estamos unido por nuestros hijos, por si no lo sabías para que me asocies un poco; tu hija Sofía y es profesora de mi hijo Darío, así que eso de las manitas pintadas también me suena, jajaja.
Un abrazo para ti y toda tu familia!

LEONARDO ALANIS dijo...

Suelo decir que nuestros hijos son lo mejor que tenemos. Cuidad de Sofía, vosotras las madres. Ella vale mucho. Si, a veces, le doy alguna modesta idea. Tu hijo está en buenas manos y en mejor corazón. Recibe, tú y tu familia, nuestros mejores deseos. Espero que nos conozcamos un día de estos. Besos. Leo Alanís.

José Manuel Martínez Limia dijo...

La verdad es que son unos demonios geniales los nanos. Me quedo con el/la artista que ha escrito "que los maestros y profesores hagan bien las medias y que lo cuenten todo". Je, je, éste/a apunta maneras, cuestionando ya a los "superiores". De todas formas, una pequeña información para todos ellos: no os obsesionéis con los exámenes y con las notas, yo siempre lo he aprobado todo y todavía estoy intentando conseguir lo que quiero. Perdón Leo por expresar este lado perverso.